Visto que no ha habido lugar el la bitácora de reflejar una
serie de reflexiones sobre la vida neo zelandesa, y como tengo tiempo de sobras
en el vuelo hacia sydney mientras Luis duerme voy a intentar ser claro en lo
que he aprendido y me ha sorpendido en este viaje:
1.- Todo vale dinero.
En NZ no hay nada gratis, puede que lo único el agua, y
porque tienen tanta y cae por todas partes que ponerle precio seria como irrisorio.
Aún así al agua embotellada le ponen un precio aún mas alto que los refrescos.
Un guía nos comento que era para los americanos compraran agua. No se lo del
agua pero si se que todo cuesta dinero, y que nada es barato. Y yo pensaba que
viajar por Europa es caro, cágate lorito, y eso que hicimos muchísimas comidas
en la caravana.
2.- Pelo grasiento.
No se si es moda o es costumbre, pero aquí los chicos llevan
todos el pelo como grasientoso. Se les ve con ropa limpia, duchados pero con
pelo como de 4 días sin ducha. No es que me importe mucho pero es como curioso
3.- Ya no tengo edad para la moda
Esta como súper de moda entre los niñatos de aquí llevar
unas camisetas largas, rollo vestidito. Vamos, ideales para llevar con leggins.
Por mas que pueda sentir una pulsión enfermiza de querer moderna creo que se me
pasó el arroz definitivamente. No me veo con la samarreta-vestidito.
4.- La solución al paro
Estando en Christchurch y viendo la cantidad increíble de
edificación nueva, de solares por construir y de edificios a medio derruir,
pensé: A que me recuerda esto. A Marina d’Or antes de la crisis. Y entonces
pensé ya tengo la solución a la crisis. Metemos a todos los paletas y mà
d’obres en paro en un barco y los enchufamos a Christchurch. Dejan de contar en
el paro, y encima importan divisas a España. Luego me di cuenta de la realidad:
Uno o ningún paleta español habla inglés, y no sabria como mantener un subministro continuo de carajillos para la travesia del barco.
5.- Ahora una seria
Esta claro que en Nueva Zelanda no hay crisis, o al menos no
se la espera. Es un país que crece y ofrece eminentemente servicios al turismo,
como podría ser, digamos, España. Me he fijado que aquí en la atención al
público, camarareros, guias, etc… hay sobreempleabilidad. Es decir, hay mas
personas a las que priori serian necesarias, con lo que servicios mejoran. Al contrario de lo que estamos experimentando
en nuestra economía, que reducimos contratos a tope, en pos de servicios mas
mediocres, a los que difícilmente se les puede pedir un precio extra. No soy
economista, pero hay queda.