Al mas puro estilo moro de la morería, y nunca mejor dicho:
con la casa a cuestas, hoy toca operación cruce del estrecho, del estrecho de
Cook claro. De la consabida bravura del estrecho de Cook, na de na. Estaba todo
calmado. Eso si, la hora de navegación entre fiordos para llegar a Picton,
genial. Vamos una casita de esas en los fiordos tiene que estar genial (Genial
para estar un día, porque después tienes que morirte del puro aburrimiento; El aislamiento elevado a la máxima potencia).
Respecto al ferry, a pesar de ser caro de cojones tenia un cierto aire a
Ryan Air. Venga anuncios por megafonía: Que si ahora unos scones recién hechos,
que si ahora empieza una película, que si el capitán se ha tirado un peo.
Desembarcados en Picton ha llegado el momento del final
feliz. La visita a las bodegas de Malgorogh. Y final feliz porque hemos
visitado 5 bodegas, y a pesar que yo conducía, y quería escupir el vino, algo
de vino ha pasado por la garganta, y claro esta, acontenta un poco el espíritu. Ademas con comida muy al rollo de la Tocana, en un patio, y con mas vinito. Y venga con la tonteria, y venga con el vinito.
De camino a Kaikorua la carretera se abre a unas playas de
grava con acantilados bestiales. Nos hemos parado en una. Luis aprovechando la
situación, ha cogido un palo largo y ha tenido un momento Gandalf importante. A querido hacer magia y saltar un rio, pero al final se ha mojado los pios. Yo ya le he dicho que le veo mas de Frodo que de Gandalf, pero el se empeña en lo de coger el palo. Para mi que esta un poco lisiada, y lo necesita para no renquear.
Finalmente y después de parar en varias ocasiones para ver
colonias de focas, hemos acabado en Kaikorua. Hoy para la cena nos hemos
permitido langosta. Y para compensar, en vez de dormir en un camping, hemos
dormido al lado de una colonia de focas. Vamos, que por una vez no me he
sentido gorda. Esto de ir en autocaravana tiene su lado hippie. Hippie pero con langosta.
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