Medio cansados del treking
de ayer hoy nos hemos levantado con legañas en los ojos. Yo me he
puesto a conducir como un loco, mientras Luis dormitaba en los asientos
de atras, vamos como un señorito, solo me faltaba llevar la gorra de chofer.
Hoy tocan han tocado un montón de kilómetros, desde el fox glacier hasta Queentown. Se atraviesa el Hasst Pass, algo asi como un paso a traves de las montañas. Hemos parado chopocientas veces a hacer fotos a cascadas, lagos, laguitos, costas, playas, playitas, y es que si algo no les falta aquí es paisaje pintoresco.
La comida, al mas puro estilo gitano, la hemos montado en la orilla del lago Wanaka. Y digo al mas puro estilo gitano porque hemos visto una playa fluvial. Hemos parado la fregoneta. Hemos de sacado las sillas, y arriba la barbacoa. Que pena no tener un cassette de Georgie Dann para acabar de redondear la escena.
Vamos que al final de la tarde llegábamos a Queenstown.
Primer impresión cuanto niñato joven. Segunda impresión, cuanto niñato
joven extra cachas. La ciudad en si es una concentración de veinteañeros dispuestos a quemar adrenalina en deportes de aventura.
Nuestra aventura ha sido irnos a cenar, y hemos buscado un restaurante pijo para cenar la versión 'posh' de los fish and chips, el único plato típico de Nueva Zelanda (Si quitamos de en medio el rollito maorí). Y ya que estábamos también ha caído unas ostras y una botella entera de Pinot Gris. Si es que estar de vacaciones es un sufrimiento.
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