Jueves 12 de Julio: Salvador, todo me sabe dulce

En mis viajes me gusta comer, y como lo que se come en los sitios, pero me da la sensación que esta vez va a significar volver a Barcelona mas engordecido. Llevo solo un día y todo me sabe dulce y con sabor a palma.

El desayuno ha sido premonitorio. Un montón de pastelitos y empanadillas todas bien de fritanga.

Hoy tocaba visita en coche por los alrededores del centro de Salvador. 

Visita a los fuertes que rodean a la Bahía (3 o 4 de los 9 que hay, que ya me dirás para que tanto); La Barra (algo así como la playa de lucimiento)

Y es aquí donde requiero un inciso. Nos han explicado que el 95% de la población de Bahía tiene heritage negro. Eso hace que tu mente calenturienta piense en una playa llena de adonis negros, esculturales, relajándose al sol. Pues no. Por lo visto aquí se baila mucho pero se va poco al gym y las panzas de embarazo masculino están mas que a la orden del día. Serán descendientes de esclavos, pero les queda poco del cuerpo de Kunta Kinte.

Hoy hemos entrado en contacto también con la religión Candomblé. Un sincretismo entre la religión católica y las religiones que importaron los esclavos africanos. No son santos, pero las imagenes adoradas son los Orixás. Estos tienen sus dias, sus lugares de culto y hasta sus amuletos diferentes.

Otra parada del tour ha sido la Iglesia de Nossa Senhora do Bonfim. Una iglesia situada en una península de la Bahía. Con una visión espectacular del centro de la ciudad, si no fuera porque estaba lloviendo y no se veía nada. Aquí la peña se ata una bandita a la muñeca y le hace 3 nudos, a la vez que 3 deseos. Eso si que se ha de mantener hasta que se cae por si misma. Vamos con lo guarrete que soy yo como para mantenerla. Hemos llegado en plena misa, y porque no decirlo, muy viva, con perros dentro la iglesia, mitad creyentes, mitad turistas.

Otro fuerte mas, este de Mont Serrat, que por lo visto no tiene nada que ver con ningún Katalaski perdido perdido por aquí y directos al mercado. El mercado ha sido un descubrimiento para Rodri, que no esta muy acostumbrado a los países en desarrollo. En este mercado el concepto hielo o frío no existe. Eso si puedes comprar cabras vivas o pollos vivos que te descuartizan al momento. El momento pescado era para no mirar las branquias, pero lo que mas impresión daba era la carne, que no se si era seca o se o se dejaba secar por las moscas. Total que las frutas y las verduras si estaban bien. Hay que hacerse veggi.

De vuelta al centro para comer. De vuelta a la fritura en aceite de palma. Durante toda la tarde me ha repetido la fritura. Y el concepto carne poco hecha, es como en Argentina: No existe.
Después de un poco de tiendeo por la tarde, donde no he conseguido encontrar un bañador que me tapase todo el culo (O se me veía la hucha o se me veía la nalga; mejor sería si buscara burkini), a descansar, que estas noche toca Salvador