Parece mentira que la gente diga que se
va uno de vacaciones para descansar, todo lo contrario, el objetivo de las
vacaciones es ‘indescansar’.
Otro día de levantarse a las 7:00 para
desayunar rápido y corriendo al transfer.
Hoy viaje largo vamos a los Lençois
maranhienses, algo asi como las ‘sabanas de Maranhao’, un parque natural donde
vamos a hacer un trekking de 3 días.
El viaje en coche se hace medio soportable
por la morriña de levantarse tan pronto. La llegada a Barreirinhas es al medio día,
justo para darse cuenta que ahora si estamos en el Brasil rural. A pesar de ser
un pueblo que vive del turismo, el ritmo brasileño se vuelve un poco mas lento,
si cabe, para rozar el lentismo exasperaste. Prueba de ello son los guías que
tenemos. El de habla hispana es calificado por Rodri como ‘sonso’, yo diría que
es paradete; pero claro yo soy de menos conversación.
A lo que íbamos, después de comer, ver
como Francia gana el mundial, y dar un mini paseo por el pueblo, embarcamos en
un jeep en dirección al parque nacional. Para acceder al parque hay que pasar
un rio en barcaza, algo bastante alejado del concepto crucero, pero para el
caso ya nos vale. Después toca un viaje en 4x4 dando saltos por caminos llenos
de arena, para acabar en una gran duna gigante y empezar nuestro trekking.
La primera visión de los lençois es
espectacular. Una inmensidad sin fin de dunas salpicadas por miles de lagunas. Además
la arena es blanca y finísima, así que no quema nada aunque vayas descalzo.
Como que el guía no es nada estresado,
empezamos el trekking dándonos un baño en una de las lagunas y después caminar,
caminar, caminar.
Llega la puesta de sol y la contemplamos
en una duna espectacular. Todo espectacular pero no paramos de caminar coño. Ya
hartos de caminar llegamos donde nos montan la tienda. En la orilla de una
laguna. Podemos ver un cielo estrellado donde el ‘cuñao’ identifica estrella, o
se las inventa; Como no hay quien le rebata todo esta bien.
Nos dan de comer una lata de atún, un poco de pan bimbo y dos tomates. Anda que pagar pa esto ya hay que hecharle moral.
Ha llegado el momento de dormir. En una
tienda. En mitad de la nada. En mitad de la nada brasileña.
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