viernes, 27 de noviembre de 2009

Viernes, 27 de Noviembre: Paco-Inca



Hoy de nuevo en ruta. Esta vez excursión privada, yo y el guía únicamente (El mismo de los dos días anteriores, Marcelo). La idea es ir por la quebrada de Humauaca y continuar hasta el pueblo de Iruya, una 'jartá' de kilómetros y mañana habrá que volver.
La conversación ha estado muy bien, a versado sobre política argentina. Resulta que el guía es un izquierdoso de los de verdad. Un poco chavista y que piensa que los Kischner son un mal menor, para que lo puede devenir la política argentina. No ha estado mal.
La primera parada en Purnamarca, un pueblico mono, importante sobretodo por el cerro que tiene a la espalda. El cerro de los 7 colores, en el que en teoría se pueden ver los 7 colores de la bandera quechua (Quechua a parte de ser la marca preferida de la dra. Gonzalez es la lengua de los incas). Yo no he visto tantos la verdad. Me he tirado a las compras chorras de turista, comprando tonterías de lana que nunca voy a usar ni nadie se va poner, y enseguida he parado.
Desde Purnamarca empieza la quebrada de Humauaca que es un desfiladero declarado patrimonio cultural y natural de la UNESCO. Bien, pero para mi mas espectaculares las quebradas de antes de ayer.
Llegada a Humauaca justo a las 12:00, donde del campanario aparece un cu-cú con forma de San Francisco de Asís para dar la bendición. Rollo cura automatizado, ni en dar la bendición trabajan los curas ahora. Para comer estofado de lama a la mostaza. Bahhh, podría ser lama, jamelgo, o cabra loca. No estaba mal, pero me imaginaba que la lama sabría no se, a lama, y no a carne estofada.
Para que os hagáis una idea la gente es muy muy andina. Olvidar de la idea que tenéis de los argentinos porteños, aquí son todos bien incaicos. Así que para continuar mi proceso de incaización después de comer como subíamos a mas de 4.000 m me he puesto a mascar hoja de coca. Olvidar todas las ideas preconcebidas. Eso de mascar coca no hace nada. Es como masticar alfalfa. Dicen que si la hoja de coca es buena se duerme la mucosa de la mejilla al cabo del rato. A mi se me ha dormido la pierna de aguantar la cámara. Total pa na.
La ruta ha continuado hasta Iruya. Un pueblo perdido perdido de la civilización. Para que os hagáis una idea, en el medio de un valle entre dos montañas hay un cañón, profundo. Pues en el fondo del cañón esta Iruya. De la que se destaca una Iglesia y poca cosa mas, a parte de estar perdida de la mano de dios.
Esta tarde noche si que va ha ser tranquila, por mas que quiera es imposible hacer nada aquí, creo.
PD: Me he comprado un gorro andino que lo vais a flipar

1 comentario: