Hoy parece que nos levantamos tarde, pero
en realidad hemos quedado a las 9:00. Esta visto que descansar, no voy a
descansar mucho, creo que voy a tener que pedir unas vacaciones de las
vacaciones.
Hoy es día de traslado: vuelo de Amritsar
a Delhi y luego otro de Delhi a Udaipur. A pesar de la completa sensación de
seguridad que tienes en los lugares públicos contrasta la alta militarización
de las infraestructuras sensibles. Ya lo vivimos en la frontera, donde fuimos
cacheados, re-cacheados y mirados en 3 controles. Pues hoy lo volvemos a vivir
en los aeropuertos donde han llegado a mirar que mis llaves de casa no
cortasen.
En el aeropuerto paramos en el McDonald’s
y que hamburguesas vamos a encontrar en el país de las vacas sagradas: hamburguesas
de pollo y hamburguesas vegetales. Como catador especialista de guarri-burguers
os diré que la McIndia tiene un toque étnico con aromas a tandori y ciertas
reminiscencias a pre-fabricado, eso si, las patatas saben como en todo el
mundo.
A la llegada a Udaipur nos dan una suite
monísima con zona chill-out incluida. Vamos que la cama tiene hasta dosel y la
bañera hidromasaje, un lujazo indio.
Por la tarde probamos el pan. Una
semillas con efecto estimulante, que pueden ser hasta adictivas, pero vamos, yo
no noto na de na.
Por la noche cena en un vegano. Pero
claro, no un sitio vegano cualquiera, un sitio neo-hippie, de estos bio, con
huerta propia y que recuperan cereales antiguos. Será posible que el neo
hipismo este también entrando en India? Quien me hubiera dicho que puedo estar
tantos días comiendo de vegetales, no le hubiera creído. Lo primero que voy a
comer cuando pise tierra occidental va a ser un steak tartar sangriento.
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