martes, 10 de noviembre de 2015

Martes, 10 de Noviembre: 40 años


De los viajes en grupo hay un gran inconveniente que es independiente de si se genera una buena dinámica de grupo o no, o de si tienes conexión o no con el resto de la gente: los despertares criminales. Otro día de madrugar. Dios, como voy a necesitar unas vacaciones para descansar de las vacaciones.
Hoy nos dirigimos a Jaipur, la capital del Rajastan, la llamada ciudad rosa. Después del pertinente atracón de autobús, llegamos antes de lo previsto. Comida de sándwich para no perder tiempo, pero llegados a este punto uno no puede pedir cualquier cosa, se ha de ser audaz y continuar con el picante, así que escojo el ‘spicy chicken’. Esto del picante creo que ya es medio vicio medio adición. Cuando acabe este viaje podre hacer un reportaje para la televisión a lo Samanta Villar: 21 días comiendo picante.
Tarde de compras. Compras turístico-cutres, como no podía ser de otra manera. Además con el inconveniente añadido del regateo. Como puede ser que se infle tanto el precio y que se requiera tanto esfuerzo para llegar a un precio. Se llega a la paradoja que acabas regateando por céntimos de euros, con el estrés que supone. No. No me gusta nada el sistema.
Tarde de Bollywood. Vamos al cine. El cine es espectacular, un cine art decò chulísimo. El interior parece una tarta de nata. Uno de los edificios mas bonitos que he visto hasta ahora. La peli se llama Shandaar. A pesar de estar en hindi se entiende perfectamente porque la misma historia de siempre. Chico conoce chica, chica se enamora de chico y padre de chica no quiere que se casen. Todo bañado con unas coreografías imposibles y una post-producción del estilo ‘Quien quiere casarse con mi hijo’. Eso si, unos machorrazos tipo Matineé en todos los papeles, con escotes que llegan al ombligo, enseñando mas teta que las tías y sin camiseta a la menor ocasión. Parece una chorrez pero me ha gustado mucho.
Cena en un lugar especial. Un patio muy chulo en un sitio caro (Para la India claro). Y es que hoy hay algo que celebrar. Es mi 40 cumpleaños. Mi paso definitivo a la viejunez. No voy a entrar en disquisiciones filosóficas sobre mi vida , ni sobre mi futuro,  ni sobre las implicaciones existenciales de cumplir 40 tacos en la India. Lo único es a ver si por fin este año me convierto en adulto.

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