jueves, 5 de noviembre de 2015

Jueves 5 de Noviembre: Amritsar, el freakismo Sij


Hoy va tocar Amritsar a tope. Por la mañana visita al templo plateado. Es un templo hindú , hecho a imagen y semejanza del templo dorado, hasta con el estanquito y todo, pero esta vez dedicado a una diosa hindú. Como curiosidad, las puertas son de plata maciza.
Luego viene el plato fuerte del día, el templo dorado de los Sij. El rollo indio es bastante de religiones. Ya me dirás tu para que quieren tanta religión, pues va y los payos tienen 5 religiones mayoritarias, mas una miríada de sectas y subsectas. Yo creo que es una conspiración del ministerio de turismo indio para hacer mas interesante la visita. Pero aún no estoy seguro.
El templo dorado de los Sij es algo así como el Vaticano de los Sig. Hay que pensar en una edificación inmensa, como un campo de futbol cuadrado. Con 4 puertas para 4 religiones (Hindús, Cristianos, Musulmanes y Sijs) [Yo creo que se saltaron el Jainismo, porque con 5 puertas no les quedaba mono el sitio], es decir, un templo abierto a todas las religiones. Con un inmenso estanque artificial en el centro (Dicen que había un charquito natural al principio, y que el agua tiene propiedades milagrosas si te bañas). Y justo en el centro, un gran templo de techo dorado. Y cuando digo dorado, me refiero a que esta hecho de oro macizo, un montón de toneladas. Y para acceder una pasarela muy mona. Y todo para que dentro del templo haya un señor que leen un libro (bueno quien dice un señor, dice varios, porque no paran de leer y hacen turnos). Desde fuera no es que suene raro, suena freaky de cojones, pero debo de admitir que el lugar tiene una espiritualidad muy especial. Y diría, que hasta casi me ha transmitido algo. De hecho he estado a punto de apuntarme para hacerme Sij. Pero en el momento que me han dicho que tendría que ser vegano estricto he visto que no podría hacer la dieta del gym y lo he descartado inmediatamente.
Eso si para freakismo, la tarde. Después de desplazarnos hasta la frontera con Pakistan hemos sido testigo de cómo se cierra el paso fronterizo y se arria la bandera de la India. Una ceremonia diaria de exaltación nacional con unos soldados disfrazados con abanicos en la cabeza, algo propio de los mejores tiempos de Locomia. La competición con los soldados del otro lado es a ver quien levanta mas alto la pierna a la hora de caminar.
Y si no hubiéramos tenido suficiente razón de cosas raras la última visita del día ha sido a un templo de una santa hindú contemporánea. La abuelita arrugada como una pasa de California y con gafas, aparece en múltiples fotos. Pero lo mejor es una especie de ‘Port Aventura’ religioso que tiene montada la Santa en su templo. Hasta con atracciones de agua. Imposible explicar, se ha de vivir.

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