martes, 3 de noviembre de 2015

Martes 3 de Noviembre: Nueva Delhi no tiene mucho de nuevo

Quien dijo que las vacaciones eran para descansar. Craso error. Las vacaciones son para dormir menos de lo que normalmente duermes cuando trabajas, y encima, no solo no cobras, si no que pagas una pasta.
Total que después de dormir poquísimo hoy tocaba el tour por Delhi y primera toma de contacto con el mundo indio.
Es solo el primer día, y ya lo se, pero es que venia tan sobre aviso que los tan esperados malos olores, se han quedado en nada. Huele mil veces peor una ulcera crónica en una pierna de una paciente gallega que lo que he olido hasta ahora (Nota mental para un 'paper': Prevalencia de la alergia de la alergia al jabón en la población galaico-portuguesa intolerante a la glucosa).
Las visitas han empezado en la gran mezquita de Delhi, Jama Mashid. Primer contacto con la arquitectura Mogol (No confundir con los Mongoles, que total son primos hermanos, pero que con el tiempo se distanciaron y se dejaron de hablar). Para hacer un resumen rápido, los Mogoles son como si dijéramos unos musulmanes que conquistaron el norte de India, pero que una vez conquistados los territorios decidieron no islamizar demasiado las tierras, y hacer un poco el indio. Todo un detalle para las castas hindúes privilegiadas, que como no, conservaron buena parte de sus privilegios.
Y rodeando la mezquita, la vieja Delhi, un laberinto de callejuelas estrechas con miles de comercios, juntos en una especie de gremios: repuestos de auto móvil, joyería, ladrones. Y que mejor manera de visitar la vieja Delhi que en un ciclorickshaw, invento importado de la india que mas o menos consiste en un triciclo con un asiento posterior para dos personas (O para toda una familia, dependiendo de lo indio que te sientas). Nuestro conductor ha sido francamente zamikaze, con momentos que Luis creía caer al asfalto, pero ha tenido su gracia.
Mas visitas, mas templos (No se porque pero me da la sensación que esto de los templos va a ser una constante). Esta vez ha sido un templito muy mono, en mitad de la vieja Delhi consagrado al Jainismo. Es Jainismo es algo así como cuando el buen rollismo llega a su nirvana. Un religión sin un dios poderoso, donde todos nos reencarnamos eternamente, y donde solo hay una posibilidad de mejorar en la vida, practicar el 'buen rollo'. No violencia, no mentira, no envidia, y claro meditación. Tanto es así, que se tapan la boca por la calle para no matar insectos.
Después del templo vino el momento cobra. Y no es que nadie negase el beso a nadie, es que Luis se puso al lado de un señor, y este saco una cobra de una caja. Literalmente, una COBRA. Superado el momento reptil, y después de ver la colina/memorial donde 'chucaron' el cuerpo de Mahatma Ghandi, nos hemos dirigido a la parte administrativa de la ciudad. Como buenos turistas, visita rápida sin bajar del bus, pa que mas.
Penúltima visita un parque arqueológico donde están los vestigios de la primera mezquita en India, y donde reside una antigua columna de hierro que no se oxida. Por lo visto la tal columna es fruto de una tecnología imposible en la época, y a falta de explicación científica, luce incorrupta, cual brazo de Santa Teresa.
Y por fín, la última visita, un poco a la carrera eso si, la tumba de unos de los emperadores Mogoles, la tumba de Humayun (El abuelo del que después construiría el Taj Majal). En este caso fue la esposa, esta que era un poco persa, decidió, una vez viuda hacer le un mausoleo a su marido. No se se sabe si el objetivo era venerar lo o asegurarse de colocar una buena losa sobre el ataúd para asegurarse que no se pudiera levantar.
Y ya con esto vuelta al hotel y cena. De la cena destacar que el guia ha dicho que es de la mejor comida india, en cuanto a elaboración, que cree que comeremos durante el viaje. Dice que a partir de ahora todo practicamente vegeteriano. Vamos que voy a volver a BCN como una vaca, no de gorda, sino de vegetariana

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