Hoy es 11 del 11 un gran día en la India.
Y no es que sean mucho del cupón de los ciegos aquí, es que este año es el día
del Diwali. Para comprensión de los profanos el Diwali es algo así como el año
nuevo indio. Pero aquí no hay uvas, hay
petardos, ya nos han explicado que se van a pasar toda la noche tirando
petardos a saco. Y como no, también tiene su vertiente consumista, hoy compran
como locos, como si no hubiera un mañana.
Por la mañana la visita empieza en el
fuerte Amber. Hemos subido en elefante. Es una turistada pero al final que
somos sino turistas. Cuanto mas fuertes y palacios y visitamos, mas me convence
que el lujo en el que vivían estos Maharaha era inaudito. El fuerte Amber, que
total estuvo activo solo unos pocos de años porque una sequia hizo que se
creara la nueva capital, Jaipur, es una mastodóntica construcción en lo alto de
la colina. Jardines interiores, aljibes, y un increíble pabellón con cristales
y piedras semipreciosas incrustadas en las paredes.
Hemos visitado un pequeño templo en el
pueblo de abajo. Me ha parecido precioso y súper espiritual. Hasta el braman
duerme dentro en una pequeña cama.
A la salida nos hemos cruzado con un
asceta que bajaba de las montañas, todo cubierto de ceniza (Supuestamente
humana). A Luis le ha bendecido tocándole la cabeza, y jura que ha sentido
electricidad. Yo no lo se, pero lo que si nos hemos dado cuenta que ha estado
mucho rato con la piel de gallina. No si al final será verdad que la india te
cambia y te hace diferente.
Visita al parque astronómico del
Maharaha, ya en Jaipur. Cuando he entrado me ha parecido un garden de
esculturas, pero no, son edificaciones para medir ángulos del sol, calcular
signos del zodiaco y hasta el reloj solar mas grande del mundo (Dicen).
Día completo la verdad, solo llevamos
medio día y ya vamos reventados. La visita que falta es al Palacio de la
Ciudad, donde aún vive el actual Maharaha, un niñato de 17 años que no tiene ni
que ser consciente de la cantidad de dinero que tiene. Y luego visita por fuera
del palacio de los vientos, un edificio muy bonito pero con todo el jaleo de
Diwali difícil de disfrutar.
Por la tarde paseo por la ciudad rosa
(Derroche de imaginación para ponerle el nombre, aunque yo en vez de rosa diría
marrón casi caca). Diwali en plena efervescencia. Muchas velitas en las puertas
de las casa y sobretodo petardos. Venga petardos, que no falten. Tracas y
tracas. Esto es como las fallas pero en hindi. Happy Diwali!!