viernes, 13 de octubre de 2017

Viernes 2 de Septiembre, Dia de las estrellas Michelin


Hoy es el día de las estrellas porque hoy hemos comido y cenado de estrella Michelin. Es nuestro último día completo en Japón y porque no acabar a lo grande.
El destino es Kamakura, la primera capital de Japón. Con la tontería ya hemos estado en las 4 capitales de Japón
Rodri a dicho que Kamakura es como Castelldefels, pero luego se ha rectificado a si mismo, y ha dicho que es el Sitges japonés, y si, tiene razón. Se ve pijerio, y las casitas no se ven baratas.
El plan ha sido alquilar unas bicis. Que mejor que unas bicis de paseo para recrear la versión manga de Verano Azul.
Primero un memorial de un Shogun, que ya ni me acuerdo el número. Con múltiples jardines, toriis y tal (Estoy de los templos hasta la calva).
Luego momento Tour de France, porque ha tocado subir una cuesta para visitar unos de los templos Budistas mas antiguos de Japón. De hecho tenia un enebro que se suponía que tenían mas de 650 años, y una súper puerta que al pasar te libraba de todo adicción y deseo (Rodri y yo hemos pasado un par de vez, así que, aquí se ha muerto el deseo). Por supuesto no faltaba el jardín Zen, con estanque en forma de ideograma de ‘iluminación’. No se si es síndrome de Estocolmo o que, pero ya casi de después de estos días me gustan los jardines Zen.
Con las bicis a toda hostia cuesta abajo hemos terminado en un restaurante con una estrella Michelin donde la especialidad era soba. Soba son fideos con caldo.. Bueno, después de unos cuantos entrantes unos fideos gordos. Todo en un sitio súper chulo comiendo en un tatami (Cuando te levantas no tienes rodillas, han desaparecido y tus piernas se han convertido en un par de palos torcidos no articulados, ríete del pirata de Family Guy).
Que es verano azul sin playa, pues eso, después de comer a la playa. Rodri ha metido los pies por primera vez en el Pacifico y luego a ver los surfistas. Si es que nos gusta mas un neopreno y una lycra que aún tonto un lapicero.
La última visita del día ha sido al gran Buda de Kamakura. Parece que hoy hemos pasado del sintoísmo al budismo. Si es que en este país la religión es un lio, donde se ponga la Cienciología.
De vuelta a Tokyo hemos tenido el broche final gastronómico. Sushi en Kiubey, también estrellado Michelin. La experiencia ha sido bestial. Así que me acuerde: Sashimi de atún mega graso, un toro exquisito, sashimi de gambas que las han matado delante nuestro (Se movían las patitas incluso después de separar la cabeza), onagi sushi y sushi de anguila de mar (Que yo no había probado antes). Como estábamos rumbosos a tope lo hemos regado con dos botellas de Pinot Noir Cloudy Bay. Total que hasta ha subido el dueño ha hacerse fotos con nosotros. Por suerte el euro esta fuerte, si no la hostia hubiera sido de antología suprema. Aunque si puedo decir que es el mejor sushi clásico que he probado nunca.
Y aprovechando que estábamos medio contentos y que es viernes, un poquito de salir por la noche. Nota: Los japoneses y los turistas no se mezclan en los sitios, unos por un lado, y los otros por otro. Raro, raro, raro

jueves, 31 de agosto de 2017

Jueves 31 de Agosto, el Borni nipón


Hoy la mañana ha sido medio tonta. Nos hemos despertado tardísimo, desayunar y volver a la cama. Total las vacaciones son también para tener días tontos.
Comida de udon y rumbo a Shibuya. Shibuya es el famoso cruce por el que pasan no se cuantas personas al día. No se si hemos ido en mala hora o que, pero tampoco se veía tanta gente. Por si acaso hemos pasado un par de veces, que por cruzar la calle aun no te cobran aquí. Fotos con la estatua esa del perro Hachiko, que por lo visto Richard Gere hizo una película. Luego compras, porque tampoco hay mucho mas que ver en Shibuya.
Caminando hemos llegado a Harajuku. Este es el barrio de los niñatos freaks, donde se reúnen los adolescentes que se disfrazan. Hemos visto pocos, pero también es verdad que era entre semana.
Luego mas tiendas, después de ver unos edificios de marcas que me han gustado mas que los de Ginza la verdad (por ejemplo Dior), el recorrido nos ha llevado a un pequeño barrio de tiendas pequeñas de ropa muy al estilo Borne. Esto si que nos ha encantado.
Un restaurante de Gyozas y a la cama.

martes, 29 de agosto de 2017

Martes 29 de Agosto: Tokyo, el orden

Parece mentira que en una metrópolis de 36 millones de personas pueda existir un orden o medio orden. Pues lo existe. No se si es el carácter japonés que lo ha favorecido, o es la situación que ha domado al carácter japonés. Vamos que si el huevo o la gallina. La cuestión es que la vida japonesa esta muy ligada a normas, normas que regulan que todo el mundo funcione y no invada la libertad del resto, pero también normas que limitan. Las colas, las comidas, todo esta milímetrado, aunque puedes ver que hay gente que se lo salta. Como occidental medio ácrata no se como podría encajar en esta sociedad.
Después de esta reflexión mañanera y fuera de contexto en este diario de viajes, os explico la excursión de Paco, 'el Martinez Soria' de Barcelona y Rodrigo, el guapo del Prat por tierras Toquienses.
Hoy mañana totalmente cultural, visita al museo nacional de Tokyo. Me ha encantado el concepto de las galerías del museo donde se exponen casi exclusivamente 'Highlights' del arte japones desde la arqueologia hasta mediados del siglo XX. A pesar que no me gusta el arte decorativo no ha estado mal. También visitamos un museo del tesoro de un templo del siglo VI, a cualquier cosa le dicen tesoro. No se cuantos budas de bronces, todos en la misma posición. Eso si, el edificio espectacular. Y luego street-food en el parque. Yo no se si esto es NY o Tokyo.
Paseo por Yanaka, un barrio donde destaca sobretodo el cementerio. Por lo visto aquí en Japon siguen la máxima del macho ibérico, cuanto mas gorda, mejor; la lapida claro esta. En este caso, las lapidas son pedrolos puestos en vertical, que así caben mas.
Después de asaltar una tienda de cerámica, hemos ido al Tokyo tecnologico a Akihabara, electronic Town. Flipa los edificios enteros de tiendas de electrónica, aunque la verdad, no parece que haya nada super avanzado. Creo que ahora todo se estrena de forma mundial. Eso si los neones, la música, es sensorialmente apabullante.
Hemos buscado locamente 'un aradio' que me ha pedido mi padre. Hacer no se cuantos miles de kilómetros, para ir a tiendas con todo tipo de tecnología para pedir una radio para escuchar el Barça. Total, que eran carisimas de la muerte, y nos hemos ido sin radio. Papa, ya te la compraré en los bazares de la Barceloneta, así fomentamentamos el consumo

lunes, 28 de agosto de 2017

Lunes 28 de Agosto: Way to Tokyo

Uno ya no tiene edad para dormir en el suelo. El Ryokan será de lujo, pero no se si fue el alcohol, el baño posterior o dormir en el suelo pero me he levantado con la espalda hecha un cuatro. Superado el momento 'dame veneno que quiero morir', nos dirigimos al desayuno.
Como ayer estábamos muy valientes hemos pedido desayuno japonés. Mandame dios. Pescado de río, encurtidos, arroz con miso, tofu, pero que coño comen esta gente. Menos mal que habia tortilla japonesa para salvar el tema y fruta. Eso si, en una vajilla mona no, monisima, y en 50.000 cuencos.
ultima vuelta por el pueblo y ya en dirección a la estación para ir a Tokyo. Esta mañana nos lo hemos tomado con muchisima calma.
Hemos tenido suerte de sentarnos en los primeros asientos del tren con vistas panorámicas en todo el recorrido. Muy Alpes japoneses.
En Nagoya, Rodri ha tenido un capricho gastronómico. Necesitaba McDonalds. Y soy literal. Me ha dicho que necesitaba McDonalds. Pues toma grasas insaturadas.
Llegada a Tokyo en hora punta y drama de ir en el tren abarrotado con maletas. Solo ha faltado ver a los empujadores, pero casi. Me he sentido arrollado. Ya se sabe, huye de la hora punta. 
El hotel, una frikada japonesa. La recepción esta en el piso 8 del edificio, donde hay un gigantesco Godzilla en una terraza, y nosotros estamos en el piso 18, una bestialidad el sky-line que se ve.
Para cenar Shabu-Shabu, una especie de fondue de caldo con carne japonesa. Demasiada grasa en la carne, para mi gusto, y como esta entrevetada es imposible quitarla. Quien ha dicho que en japón solo se come pescado y arroz. Voy a acabar las vacaciones mega gordo.
Resulta que estamos cerca de los sitios de ambiente, y total, un poco decepcionante, pero prometemos volver, que total ha sido lunes

domingo, 27 de agosto de 2017

Domingo 27 de Agosto: Lujo asiatico en el Ryokan

Todo el dia de hoy se ha visto eclipsado por el lujo del Ryokan, lujo asiatico del fino filipino.
Nos despertamos en Kyoto y nos pegamos un atracón de tren para ir a Takayama. Como 4 horitas buenas.
En Takayama hemos estado de tiendeo y viendo la parte histórica. Bonico pero bueno. Hay varias destilerías de sake, y como no,  si hay alcohol, hay que probarlo. Además la madera de este pueblucho es famosa.
A media tarde entramos en el Ryokan. El Ryokan es una posada japonesa tradicional de lujo. Rodri y yo alucinamos de todas las mierdecitas que nos han empezado a dar, que si amenities de Shisheido, que si calcetines de dedo, etc.. Además nos podíamos disfrazar de japos. Me ha costado un milisegundo ponerme la Yukata, eso si, a los occidentales no nos queda bien. Y mas si empezamos a tener un poco de barriguita, la faja aun marca mas las mollas y como que no.
Disfrazados asi hemos ido a cenar. Hoy cena super especial, cena Kaiseki, es como un menú degustación de comida tradicional japonesa. Super bien. Además la cena incluía degustación de diferentes partes de ternera de Hida, la raza que hace competencia al buey de Kobe. Después de probar las dos de forma tan seguida me quedo con el Kobe, la de Hida tiene tanta grasa es muy tierna pero que no parece que comas ternera
Para finalizar la noche visita al onsen, unos baños termales del ryokan.
Al volver a la habitación, nos hemos encontrado que sobre el tatami han montado los futones. Esta noche toca dormir en el suelo, pero con el estomago contento

sábado, 26 de agosto de 2017

Sabado 26 de Agosto: Kobe en Kyoto

El día empieza en el bambusal de Arashiyama. Una especie de bosque de bambúes en el que se han rodado muchas pelis. El sitio esta bien pero lo que mas me ha gustado es la palabra 'bambusal'. Ni idea que existiera. El recorrido ha acabado en un puente sobre un río con multitud de barquitas.
Continuamos con unos minutos propios de 'Pequín express'. Intentar coger un
 con número es mas o menos fácil, lo difícil viene cuando en vez de números llevan ideogramas. Total, que al final lo hemos superado con éxito, no sin algún que otro nervio.
Queremos food expirience y la idea es ir al mercado de Nishiki. Super guay ver la comida amontonada y los productos asiáticos, una especie de Boqueria a la nipona. Como gordaco que soy me he empeñado en sentarnos en un puesto de pescado crudo, puro sashimi. Ostras, atún rojo, erizos de mar y una cosa diferente, piña del mar. Es una cosa como asquerosa de ver, que se abre y se eviscera y que podría ser como un percebe gigantesco, con sabor bueno y al final un toque cítrico, oye, una experiencia.
Después Gion, el barrio del ocio y las Geishas. La verdad es que Geishas no hemos visto ninguna, pero la discusión era saber que casa era de Geisha y cual un simple restaurante. Total, que como no hemos podido discernir que era que, nos hemos hecho unas fotos en la puerta de un Love Hotel, si de esos que se pagan por horas. Curiosidad, las horas de las noches son mas cara que las del día, así que es mas barato chuscar y ser infiel durante el día.
Por la noche plato fuerte gastronómico. Un restaurante bien para comer buey Kobe. Joder, la carne estaba buenisima

viernes, 25 de agosto de 2017

Viernes 25 de Agosto: Hiroshima

Hoy nos estrenamos en el tren bala. Aunque un pelin desilusionante, con el Japan Raíl pass solo nos dejan coger el tren bala borreguero, el que va 200 y no el chulo que va a 300. Si es que no se puede ser pobre.
A la llegada a Hiroshima se ha producido una flipada de cojones. Una informadora turística nos ha informado de como ir a los sitios. Nos lo ha explicado todo, no nos ha intentado tangar en nada, ni nos ha intentado vender nada, ni cobrarnos nada. Increíble
En Hiroshima hemos visitado la A-Bomb Dome, el edificio que quedó medio en pie después de las bombas, el Cenotafio de las víctimas, con una llama que solo se extinguirá cuando desaparezcan las armas nucleares del mundo y el monumento nacional de las víctimas, con una fuente justo en el punto donde explotó la bomba atómica. Sobra cualquier explicación sobre lo que uno siente visitando estos lugares.
Un sitio que invita a la esperanza es el monumento de los niños por la paz. Explica la historia de una niña, Sadako, que enfermó de  por la explosión y que pensó que haciendo 1000 grullas de origami podría curarse. Se quedó en 600 y pico antes de morir, pero sus compañeros de clase continuaron hasta conseguir las 1000, y ahora niños de todo el mundo hacen grullas de Origami como símbolo de La Paz, y las envían a Hiroshima.
Por último yo he entrado en el museo, Rodri ha dicho que no tenía ganas. Super  interesante la reflexión sobre el proyecto Manhattan, el porque de los objetivos, o la posterior proliferación nuclear y ensayos que se han realizado. Muy actual.
Pasado el momento cultural toca más templos, y aprovechando que no estamos demasiado lejos nos vamos a Miyajima. No sin antes pasar a comer una especialidad japonesa que es un trozo de carne empanado, lo que viene a ser una escalopa, pero aquí los japos le cambian el nombre para liarnos.
Miyajima era una isla sagrada, y como no se puede podía poner un pie en su tierra se hizo el O'Torii , que da la entrada a un embarcadero-templo. La llegada ha sido cuando empieza la marea baja, por lo que apenas hemos podido hacer fotos del O'Torii rodeado de agua, pero a cambio hemos podido tocarlo, y Rodri ha tenido su correspondiente photo shot (ya lleva como 20 photo shots en diferentes localizaciones, tiene más fotos de posado que Kim Kardashian). Yo en cambio he estrenado mi momento street food, comiendo unas ostras asadas con salsa ponzu que me han sabido a gloria.
De vuelta a Kyoto en tren bala, y cansados, la cena ha sido en la estación. En un sitio de sushi regular, eso sí, se ha probado el sushi de carne y sushi de cangrejo, con opiniones dispares.

jueves, 24 de agosto de 2017

Jueves 24 de Agosto: Toris para parar un tren

El día ha comenzado dirigiéndonos a Nara. Nara es una antigua capital de Japón (Primero la capital cambiaba, luego fue Nara, luego Kyoto y finalmente Tokyo). Esta peña se dedica a construir lo todo en madera, así que cada pocos años toca reconstruirlo todo. Cuando no se les prende fuego y todo a la mierda. Este es el caso de Nara que sea prendido fuego un porrón de veces y reconstruida unas tantas mas. Aún asi es patrimonio de la Humanidad y conserva la construcción de madera mas grande del mundo.
El tren de este país funciona de puta madre. Creo que comparar Rodalies con la red japonesa es como comparar el tocino con la velocidad. Si hay trenes, pero aquí hay miles de frecuencias, pa tos los sitios y hasta con wifi.
Una vez en Nara ha llegado el momento bambi del viaje. En el parque de Nara hay ciervos sueltos, a los que se puede dar de comer. Ver a Rodrigo dar de comer a los ciervos ha sido todo un espectáculo. Dantesco, pero espectáculo al fin y al cabo. No sin concluir con una exhibición de toreo de ciervos. Espectáculo, con todas las letras.
Superado el momento Jesulín, nos hemos puesto serios para comenzar la visita. Primero una pagoda de 5 pisos, así como para abrir boca. Visto que estamos serio, pero no tanto, nos hemos saltado los museos, que lo de aprender esta muy sobre valorado, y total con 41 años ya voy de capa caída, y tengo el cerebro que ya parece queso de gruyere
El momento álgido de Nara es el Todai-ji, la construcción de madera mas grande del mundo. Construcción de madera necesaria para albergar el buda de bronce mas grande del mundo (250 toneladas) y eso que antes del edificio era un tercio mas grande y tenia dos grandes pagodas a los lados. Todo se quemo y al reconstruir lo decidieron, que si eso, no era necesario que fuera tan grande, que total, para que?. El buda en si, es gigantesco, con buda secundarios a los lados, alrededor; una orgía de budas. En unas de las vigas hay un agujero que corresponde a los orificios nasales del buda. Se supone que si consigues pasar por el consigues acceder al paraíso. Yo como estoy gordoncho ni lo he intentado. Otra religión en la que no me permiten ir al paraíso, y con esta ya van un montón, si no es por una cosa, es por otra.
Después del Daibutsu-den (el buda),  la irremediable visita a otro jardín japones. Esta vez uno verde. En el paisajismo japonés el jardín verde tiene musgo en vez de césped, y claro esta, no se puede pisar, solo contemplar. Con mi capacidad de concentración puedo estar entre 3 y 5 segundos contemplando un jardín. Vamos, que esto no es para mi.
La comida ha sido en un okonomi-yaki. Es algo así como un sitio de tortillas japonesas. Pero en plan tortilla rellena. Hay que pedir como dios manda, la especial, la que va rellena de todo: Vieras, gambas, verduras, de todo. Además te encienden un fogonet en la mesa y te queda calentita. Muy buena
El café especial. Lo hemos tomado en un sitio que parecía un laboratorio, con una cafetera que parecía un matraz con fuego Bunzen y todo. Muy especial.
Un nuevo tren y a darnos la caminata del día:  Fushimi-Inari Taisha. Un recorrido de 4 km, subiendo 3 montes donde se suceden 30.000 torii. Un torii es como una puerta, pintada de vermellon que se plantaba  para dar prosperidad a la cosecha, y que ahora es para dar prosperidad en general. Total que ahora las corporaciones plantan torii. Menos mal que no sabemos leer japones porque seguro que pierde mucho encanto leer 'Prosperidad para Toshiva', 'Prosperidad para Panasonic', las ventajas de ser un lerdo y no saber leer japones.
Las 3 subidas han matado a Rodrigo. Aunque eso si, estaban amenizadas por 4 musculocas madrileñas, que parecían escapadas del circuit. Eso si, en el Pequin hemos ganado nosotros, y hemos llegado antes al ultimo monte. Reventados y felices hemos vuelto al hotel a plantar nuestro torii en el lavabo. Sayonara

miércoles, 23 de agosto de 2017

Miercoles, 23 de Agosto: Kyoto, un Jet-lag de tres pares de cojones

Son las 3 de la mañana y ya tengo los ojos como platos. El hotel es gigantesco, tirando a mastodontico. Solo me falta bajar al bar para que comience 'Lost in translation'.
Como puedo doy intento dormitar hasta las 7:30, la hora en la que abren el primer buffet de desayuno. Hoy va a ser un día largo, todo gracias al cambio de horario.
Por la mañana primera cagada. Intento de coger el autobús. Y quedó en intento. Subimos al bus, pero en la dirección contraria y la comprensión con el autobusero nula. Total que nos bajamos a la parada siguiente pagando todo el ticket.
Desanimados bajamos al inframundo, también llamada metro. De cuantos embrollos te saca un metro cogido a tiempo. Por la mañana ha tocado templos y cultura zen. Vamos poner la mente en blanco, como si a mí me costará mucho.
El primero ha sido Daitoku-ji. Templo budista con un famoso jardín Zen. Para hacerse una idea, ya que no dejan hacer fotos, es un templito que tiene un supuesto jardín en sus tres lados. El jardín,que por supuesto, ni se puede pisar ni se puede jugar al fútbol en el, es grava con piedras. Y digo yo, con 4 jubilados de Marina d'Or encementamos eso en un periquete y queda niquelado. Pero no, estos monjes se dedican a rastrillar la grava cada día, y a regar las piedras (ya me dirás tú si esta gente piensa que regando las piedras crecen, como las plantas. El plato fuerte del jardín es un cuadrilátero en el jardín con dos montículos de arena, tipo montañita de arena en la playa. Significado?? Ahhh tema libre. Menuda excusa, tema libre. Cuando no sabes ni lo que has hecho, tema libre. Estos son más vagos que los profesores mandando redacciones.
Cansados de los jardines secos nos hemos dirigido al pabellón dorado o kinkaku-ji. Esto es una freakada de un shogun rico, que antes de morir le dio por empapelar de oro todo un pabellón para ir a morir en paz, y vamos que murió en paz, que al año de acabar el edificio ya estaba criando malvas.
Para comer soba en un tatami. Fideos gordos con sopa. Con un sake de garrafón que quemaba al pasar. Eso sí, el sake caliente pasaba muchísimo mejor.
Ultimo jardín seco del día, el Ryon-ji. Supuestamente el jardín seco más famoso de Kyoto y probablemente uno de los más famosos de Japón. Más grava y más piedras. Después de ver dos jardines secos ya puedo considerar me un experto y puedo decir que el primero estaba mejor rastrillado (comentario cuñao +++)
Y ahora si, la última visita de este día largo el Castillo Nino-jo. Castillo donde se inició la época del Shogunato y donde se acabó, 15 shoguns después. Castillo inmenso, no, lo siguiente, con claro está, más jardines. Estos japoneses parece que le tienen afición a esto de los jardines. Por los menos estos son verdes, con laguitos y tal. Si tienes pasión por lo verde, paisajisticamente hablando, no por la maría, tu sitio es Japón.
Cena japonesa mix con un poco de tempura, un poco de sushi, un poco de sashimi. Nada nuevo sobre la faz de la tierra. Vamos un poco de lo típico que comemos en BCN