Miercoles 27 de Julio: Relax on the beach

Hoy relax total, nada que pensar, nada que hacer.
Por la mañana nos han recogido con un autobus para dirigirnos al norte. Un paseo en barquita hasta una islita tirada de la mano de dios, y un poco de snorkel para hacer hambre.
Barbacoa con langosta y pescado. Chico, desde que estoy en Zanzibar voy a langosta por dia, esto si que es una dieta equilibrada. La pena es que no saben hacer el pescado a nuestro gusto. Mas que hacer la langosta, la churruscan, la dejan seca, seca, seca. Aun asi es langosta.
Eso si despues de la barbacoa de langosta una siestaza en playa paradisiaca. Viva el protector solar.
Al menos volver con un poco de color a Barcelona, que menos, que se note que he estado de vacaciones.
Y por la noche, reventao de la muerte
El cocktail se llama 'sex on the beach', pero como queda claro que de lo primero nada, de nada, vamos a cambiarlo por 'relax on teh beach'

Martes 26 de Julio: Un poquito de submarinismo

El dia ha empezado pole-pole. Por fin he podido dormir. Increible pero cierto, me he despertado a las 8 de la mañana. Si ya, seguramente direis que es muy pronto, pero si lo comparais con el continuo de levantarse a las 4:30 o 5, las 8 es una maravilla.
Me he ido con una del grupo al 'diving'. No os aburro con los detalles, pero muy bien las inmersiones, una con mantas-ralla y otra en la barrera de coral, que esta como a 5 km de la costa.
A la hora de comer me he enfrentado a la realidad de Zanzibar: 'Pole-pole'. Desde que pides en un restaurante, hasta que te sirven pueden pasar tranquilamente una hora y media. Y no estoy exagerando nada. Todo se resume en lo mismo: Pole-pole (Despacio, despacio, en swahili).
Ante el desastre hemos ido al único restaurante recomendado para encargar la cena. Imaginaros el tema. Hemos encargado la cena a las 5, con todo el menu elegido excepto los postres. Hemos empezado a cenar a las 9 y volviamos al hotel a las 12. Increible pero cierto. Estamos convencidos que van a comprar la comida en el momento que pides

Sabado, 23 de Julio: Serengeti

Diario de diarrea: Los tropezones son cada vez mas sólidos y parece que mitiga el aire. Creo que ya dejo de ser visitante asiduo para convertirme en visitante ocasional.

Hoy es un día tranquilo. Volvemos a dormir a las mismas tiendas de ayer, con ducha mirando las estrellas, el día consiste en ir con el camión dando vueltas por el parque para ver bichos. Y joder si los hemos visto. Un montón.

Hemos visto una casi-ataque de leones a unas cebras. Ha sido muy emocionante. Pero una leona tonta, se ha dejado ver antes de tiempo y las de las rayitas han salido cagando leches. En la tarde también hemos visto otros leones zampándose ya una cebra. Total que hemos visto el pre y el post, pero no el acto. Cachis en los moros.

Hemos tenido suerte y conseguimos ver a un leopardo jalando. Este bicho es egoísta como una cosa mala, se sube la comida a los árboles para que nadie se la coma.

Cenita de barbacoa. Pero solo de carne de vaca, con lo que me hubiera gustado a mi carne de bicho raro. Y luego cánticos regionales. He escuchado ya tantas veces Hakuna Matata, que cogería a Disney y sin descongelar ni nada, se lo echaría a los leones.

Viernes, 22 de Julio: Victoria, Victoria

Diario de diarrea: Parece que el antidiarreico empieza a hacer efecto ya. Calificaría la mezcla como pasta de anchoas con tropezones. Yo no se porque hice caso a los de preventiva y me compré esa mierda de anti-diarreico. Seguro que con Fortasec esto hubiera acabado antes.

Mañana de paseo en barca por el lago Victoria. Es grande de cojones. Vamos que tiene olas.

Visitamos una isla de pescadores. Y horror!!! Estaba repleto de niños que querían jugar. Me han tocado NIÑOS!!. Se cogían de mi mano y tal. UFF. Espero no haber pillado nada maligno.

Mas camión después. Ya me estoy acostumbrando a la gitanada esta de ir con el camión. Se para donde se quiere, se monta el tinglado y a jalar. Ahora entiendo la canción aquella: ‘Yo para ser feliz quiero un camión’

Entramos en el Serengeti. Y al poco de entrar atracón de bichos. Una manada de 10 leonas atosigadas por una manada de elefantes gigantescos al lado de una charca. Es la zona del Serengeti que llaman Seronera. Sigo diciéndolo. Mi Xesca les daría caña.

La llegada al campamento ha sido bestial. Esta vez si que es lujo. Es un campo ya montado en mitad de la sabana. Con tiendas rollo habitación, que incluyen baño privado y una ducha abierta al cielo. Es decir que te duchas mirando las estrellas. Además el campamento no tiene vaya, así que pueden pasearse los bichos por en medio. Esto si que es gin-toniquear en un marco incomparable.

Jueves 21 de Julio: 14 horas de camión

Diario de diarrea: Calificaría mi diarrea como caldo aireado. Un poco de excremento infecto con 50 mil millones de pedos malolorientos, que te hacen sentir flotar, pero no flotar de gusto. Creo que a partir de esta noche voy a empezar a tomar un antidiarreico. El único consuelo es que parece que no soy el único.

Hemos salido del Masai Mara, y hemos vuelto a ver leones. Joder yo pensaban que estaban en peligro de extinción y esos putos gatos están por todas partes. Son como mi Xesca pero en grandes, aunque creo que en mala leche, mi gata les gana.

Hoy ha sido un día horrible, mas de 14 horas de camión. La ventaja de ir con el camión es que vas como con la caravana de los gitanos. A mediodía, cuando ha apretado el hambre, hemos parado en la cuneta de la carretera, y sin ningún problema se sacan las sillas, las mesas, se monta un toldo, y a la, a comer, pero de plato ehhh, no os creáis.

Hemos pasado la frontera de Kenia con Tanzania. Un cambalache de frontera de que ti cagas. Y finalmente acampada a las orillas de lago Victoria. Un sitio muy guapo, con playita y todo. Lastima que en lago hay un esquistosoma y no te puedas bañar.

Esta noche he probado la bebida energética de Tanzania: Gin Conyagi. Es tan bueno que lo sirven en raciones individuales, que son como bolsas de las olivas. La verdad es que no sabe a nada. Yo lo calificaría como una mezcla de Vodka y Gin

Miercoles 20 de Julio: Masai Mara

Diario de diarrea: Esto es una mierda, y nunca mejor dicho.

Hoy otra madrugada para llegar pronto a la obertura del parque nacional Masai Mara. Muchos bichos. A medio día comemos debajo de una acacia. Todo muy Memorias de Africa, con elefante incluido. Cuanto daño ha hecho la Merryl Street. La comida casi acaba como una película, pero de terror. Un chico se ha atragantado. Pero atragantado mucho, tanto como que no respiraba nada. Pero gracias al Dr. Paco y a una certera maniobra de Hemlich se ha solucionado el tema. Chico, parece que voy a abrir consulta en Africa.

Tarde espectacular de Safari. Están llegando las primeras migraciones al Mara. Eso que vemos en el National Geografic de miles de bichos cruzando un río infestado de cocodrilos y hipopótamos. Llegamos tarde a un cruce, pero vimos el rastro de cadáveres. Estuvimos observando como se preparaba un cruce, aunque aún le quedaban horas y vimos el cruce de una zebra rezagada. Espectacular.

Respecto al tema wáteres, he paseado mi culo lleno de excrementos radioactivos por la mitad de los agujeros africanos. Realmente lo calificaría entre repugnante y vomitivo, pero hay estoy. El mejor, aunque no os lo creáis el del campamento. La acampada de hoy va a ser espectacular, acampada libre al lado del río Mara, con hipopótamos al lado. Pero lo mejor, una tienda con una taza de water móvil. I love Roca.

Martes 19 de Julio: La bebida del Masai

Diario de diarrea. Segundo día de padecimiento, aparte del subsiguiente liquido infesto tengo una cantidad de gases que parezco una cisterna de metano andante. Si me pillan los de trafico me ponen la señal de transporte de substancias peligrosas.

Menuda mañana. Ya hemos visto los primeros leones. Hemos empezado la mañana a las 4:30. Parece que en estas vacaciones no voy a dormir nada. Así, si que se puede dormir en una tienda, total para no dormir nada. Dos leones jovencitos super guapos y unos cuantos rinocerontes. El problema del zoom que llevo es que es tan moderno que me han salido todos los rinos desenfocados. A ver si vemos mas, o aprendo a enfocar.

De nuevo camino ha otro parque nacional, el famoso Masai Mara. Pero nos quedaremos a mitad de camino para dormir. El camping elegido tiene la posibilidad de hacer upgrades para habitaciones por algo mas, evidentemente la cojo. Estoy harto de pasear mi culo por agujeros comunitarios.

La tarde es un paseo con el manager del sitio, que se disfraza de masai (Por que el tio ha estudiado en una Business school), nos da una vuelta por los alrededores, y explica algo de la vida de los masai. El guía le pica a que no es capaz de beber de una charca inmunda, y el cabrón no se si hace como si bebe, o realmente bebió. Increible.

Continuo pasando visita a diario. Cada vez que ha alguien le sale un grano me viene a preguntar que es. Que coño se yo. Si quieres te pongo unas tetas.

Menos mal que como cada noche, hay fogata y gin-tonics. Que seria de la vida sin gin-tonics. Ya tengo el cargo de gin-toniquero oficial, y me toca preparar a los de todo el grupo, unos 12-14 cada noche. Se quejan de que los cargo mucho, pero coño, todos se los acaban rápido.

Lunes, 18 de Julio: Baringo voy, baringo vengo

La noche ocurrió sin novedad, sobretodo porque hubo gin-tonics. Ya quedó claro que el gin-tonic es la bebida del safari, así que yo no voy a quejarme. Respecto a la noche, yo no me he enterado de nada, sobretodo contando que nos han levantado a las 5 de la mañana.

En una ronda nos presentamos todos, y Ohhh horror, hay una enfermera!!!. Dios que he hecho yo para que esas hordas me persigan hasta en Kenia.

Paseo en barquita para ver pájaros, unas águilas y algún hipopótamo, de los que se supone que pasearon ayer por el campamento. Horas pasadas y carretera y manta de nuevo.

Como ayer se enteraron que soy médico ya he empezado ha pasar consulta. El cocinero se había hecho una quemadura de segundo superficial/profunda y se lo estaba curando con miel y vaselina. Flipalo. Menos mal que la enfermerilla se ha traído la mitad de Can Ruti, y llevaba Silvederma.

Hoy hemos vivido la experiencia africana definitiva, comprar en un supermercado. Hemos contribuido a un fondo para comprar bebida, y hemos ido a un supermercado grande, el Corte Inglés de Nakuro, según nos han dicho. Pues menudo Corte Inglés. Comprando solo bebida y con la lista ya hecha hemos tardado 2 horas. Te tienen que traer la bebida, te traen lo que les apetece, te dicen que no hay tónicas, cuando hay 40 en el estante delante de ti. Vamos, una experiencia religiosa.

Después al Parque Nacional Lago Nakuro, famoso por la peli de Memorias de África. Un lago lleno de flamencos rosas, con un montón de otros bichos. Esto empieza a aparecer un zoológico.

El campamento de hoy es en pleno parque nacional. Letrinas que superan las anteriores con creces: Unos agujeros en el suelo en una casucha de madera. Algo totalmente insano, y yo ya he empezado con la diarrea del Malarone. Dios aprieta, pero yo aprieto mas.

Domingo, 17 de Julio: El efecto Corioli

Hoy es el primer día y la cosa ha empezado con madrugón, pero cuando digo madrugón digo madrugón serio. Todos al camión y a salir de Nairobi. Nairobi parece fea, fea, fea, como una mezcla entre ciudad sur-americana con chabolismo que llega hasta el centro, solo tienen edificios guapos los bancos.

El camión va a ser el centro del viaje así que os explico mas o menos como es. Imaginar un peazo trailer en el que la parte superior la caja esta abierta con grandes ventanales, con asientos a ambos lados del camión y una zona de ‘chill out’ sobre la cabeza tractora, útil para dormir hasta 6 personas. Toda la parte inferior son bodegas y compartimentos donde se guardan todas las guarrerías que nos servirán en los próximos días.

La primera parada ha sido el paso del ecuador. Allí nos han hecho una demostración del supuesto efecto ‘Coriolis’, el rollito ese que los wáteres giran hacia un lado en el hemisferio sur y hacia otro en el norte. Hay un químico en el grupo y ha dicho que es mentira. Pos na.

Llegada al lago Baringo donde empezara lo mejor del viaje la búsqueda del water perfecto, entre mucha cochambre. En este caso hablamos de una fosa séptica infesta, con un asiento que esta hecho para Tachencos, en el que ni llegas por ser super alto, esta super profundo, además de peste a necrosis húmeda.

Tarde visitando una tribu vecina, los Pokot. Rollito semi-turistorro, nos asegura el guía que viven así tanto si vamos como si no. Un poquito de danza tribal dando saltos (El Paco no saltó, vamos, ya hago bastante el ridículo de normal, como para hacerlo también saltando en África).

Esta noche estrenaremos las tiendas. Ya están montadas. Son gigantescas y puedo estar de pie sin problemas. Tenemos prohibido salir hasta para ir a hacer pipi. Por la noche los hipopótamos salen del lago a ‘pasturar’ y son bichos peligrosos, no porque te coman, si no porque te arrollan. Pos bueno, nos lo haremos encima, total para ir a la letrina esa.

Sabado, 16 de Julio: Empezamos con el camión

Hoy es el primer día y la cosa ha empezado con madrugón, pero cuando digo madrugón digo madrugón serio. Todos al camión y a salir de Nairobi. Nairobi parece fea, fea, fea, como una mezcla entre ciudad sur-americana con chabolismo que llega hasta el centro, solo tienen edificios guapos los bancos.

El camión va a ser el centro del viaje así que os explico mas o menos como es. Imaginar un peazo trailer en el que la parte superior la caja esta abierta con grandes ventanales, con asientos a ambos lados del camión y una zona de ‘chill out’ sobre la cabeza tractora, útil para dormir hasta 6 personas. Toda la parte inferior son bodegas y compartimentos donde se guardan todas las guarrerías que nos servirán en los próximos días.

La primera parada ha sido el paso del ecuador. Allí nos han hecho una demostración del supuesto efecto ‘Coriolis’, el rollito ese que los wáteres giran hacia un lado en el hemisferio sur y hacia otro en el norte. Hay un químico en el grupo y ha dicho que es mentira. Pos na.

Llegada al lago Baringo donde empezara lo mejor del viaje la búsqueda del water perfecto, entre mucha cochambre. En este caso hablamos de una fosa séptica infesta, con un asiento que esta hecho para Tachencos, en el que ni llegas por ser super alto, esta super profundo, además de peste a necrosis húmeda.

Tarde visitando una tribu vecina, los Pokot. Rollito semi-turistorro, nos asegura el guía que viven así tanto si vamos como si no. Un poquito de danza tribal dando saltos (El Paco no saltó, vamos, ya hago bastante el ridículo de normal, como para hacerlo también saltando en África).

Esta noche estrenaremos las tiendas. Ya están montadas. Son gigantescas y puedo estar de pie sin problemas. Tenemos prohibido salir hasta para ir a hacer pipi. Por la noche los hipopótamos salen del lago a ‘pasturar’ y son bichos peligrosos, no porque te coman, si no porque te arrollan. Pos bueno, nos lo haremos encima, total para ir a la letrina esa.

El vuelo

Nota mental: Nunca mas cojas un avión transcontinental borracho!! Fundamentalmente porque cuando montas lo pasas mal para no perderlo, y para que no se note nada, y después por la resaca que te entra en mitad del vuelo. Las 10 horas se vuelven interminablemente largas. Eso si, tiene una cosa buena, te quedas dormido profundamente y no hay nada que te despierte.

El vuelo a Nairobi ha sido largo, largo, largo. Y encima de regalo parada en Rwanda. Pero al final he llegado. Me he juntado con el grupo y ya percibo grandes personalidades que seguramente generaran grandes capítulos en este blog.

Para finalizar el día, que mejor que como lo empecé. Gin-toniqueando en Nairobi. En un antrillo al aire libre, medio rodeado de putillas (o ya directamente putas), y con música africana en directo. Hakuna Matata?

Viernes, 15 de Julio: Lo peor de lo peor

Definitivamente, soy lo peor de lo peor. Sabia que tenia que estar en el aeropuerto a las 4, como muy tarde a las 4:30. Tenia muy claro que tenia que irme a dormir muy pronto, como muy tarde a las 10. Pero claro, la cabra tira al monte. Al final cené muy tarde, y pensé, pues ya que estas de vacaciones, tomate una copa.
La copa me condujo a otra, y esta a no se cuantas mas. Total. Que ahora mismo estoy en el aeropuerto, borracho perdido, y sin haber dormido nada.
Esta no es forma de empezar un viaje. Que baje dios y lo vea. Creo que voy a hacer restriccción total. Voy a dormir en todo el vuelo (Creo que no me sera dificil), y a ver que da de si el resto. Pero claramente esta no es forma