Hoy es el primer día y la cosa ha empezado con madrugón, pero cuando digo madrugón digo madrugón serio. Todos al camión y a salir de Nairobi. Nairobi parece fea, fea, fea, como una mezcla entre ciudad sur-americana con chabolismo que llega hasta el centro, solo tienen edificios guapos los bancos.
El camión va a ser el centro del viaje así que os explico mas o menos como es. Imaginar un peazo trailer en el que la parte superior la caja esta abierta con grandes ventanales, con asientos a ambos lados del camión y una zona de ‘chill out’ sobre la cabeza tractora, útil para dormir hasta 6 personas. Toda la parte inferior son bodegas y compartimentos donde se guardan todas las guarrerías que nos servirán en los próximos días.
La primera parada ha sido el paso del ecuador. Allí nos han hecho una demostración del supuesto efecto ‘Coriolis’, el rollito ese que los wáteres giran hacia un lado en el hemisferio sur y hacia otro en el norte. Hay un químico en el grupo y ha dicho que es mentira. Pos na.
Llegada al lago Baringo donde empezara lo mejor del viaje la búsqueda del water perfecto, entre mucha cochambre. En este caso hablamos de una fosa séptica infesta, con un asiento que esta hecho para Tachencos, en el que ni llegas por ser super alto, esta super profundo, además de peste a necrosis húmeda.
Tarde visitando una tribu vecina, los Pokot. Rollito semi-turistorro, nos asegura el guía que viven así tanto si vamos como si no. Un poquito de danza tribal dando saltos (El Paco no saltó, vamos, ya hago bastante el ridículo de normal, como para hacerlo también saltando en África).
Esta noche estrenaremos las tiendas. Ya están montadas. Son gigantescas y puedo estar de pie sin problemas. Tenemos prohibido salir hasta para ir a hacer pipi. Por la noche los hipopótamos salen del lago a ‘pasturar’ y son bichos peligrosos, no porque te coman, si no porque te arrollan. Pos bueno, nos lo haremos encima, total para ir a la letrina esa.
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