

Hoy hemos sido victima de la primera timada-turista, que luego a resultado que no lo era. Ayer nos clavaron 20$ (que tampoco es tanto contando la distancia), para el transfer a la estación de tren, y hemos tenido que levantarnos a las 6 de la mañana. Total, que allí no aparecía nadie y al final hemos cogido un taxi. Taxi que por cierto nos ha costado un cuarto de los 20$. Nada mas llegar a la estación, directos a un ciber para enviar un mensaje al dueño del B&B para saber que ha pasado. La verdad, es que nos ha contestado esta tarde diciendo que ha habido un error de su parte y que nos devuelve el dinero. De todo se aprende, de todo se aprende.
Y el tren muy bien. Vamos no era el AVE pero creo que no estaba nada mal para ser indonesia: asientos amplios y muy reclinables, películas (Donde cabe destacar el trailer de ‘La salchicha peleona’ en Indonesio), y servicio de restaurante en el asiento, ahhh, y por supuesto, aire acondicionado. Eso si, mas de 8 horitas, de chu-cu-chu del tren.
Las vistas desde el tren, que no iba muy deprisa, eran espectaculares. Bueno supongo que como en todo viaje en tren en el sud-este asiático, pero como para mi es mi primera vez, me ha encantado. Aunque os soy sincero, al final he acabado de arrozales hasta el gorro. Arrozales en bancales, arrozales en llano, arrozales recién plantados. Joder y luego la gente es racista y les dicen que tienen los ojos rasgados de comer arroz, pero si es que al final será normal, esta gente solo come arroz.
Por fin llegada a Yogyakarta. Oriol esta encantado. Dice que hasta se respira diferente, sin contaminación dice él. Es una ciudad mucho mas turística, y esta vez hemos elegido un hotel de 4 estrellas con SPA.
Hemos estados viendo unas tiendas y ya tengo pijama nuevo, un pijama Balines guapisimo, ya vereis la fotos. El Oriol, lleno de envidia, se te ha tenido que comprar otro
Y el tren muy bien. Vamos no era el AVE pero creo que no estaba nada mal para ser indonesia: asientos amplios y muy reclinables, películas (Donde cabe destacar el trailer de ‘La salchicha peleona’ en Indonesio), y servicio de restaurante en el asiento, ahhh, y por supuesto, aire acondicionado. Eso si, mas de 8 horitas, de chu-cu-chu del tren.
Las vistas desde el tren, que no iba muy deprisa, eran espectaculares. Bueno supongo que como en todo viaje en tren en el sud-este asiático, pero como para mi es mi primera vez, me ha encantado. Aunque os soy sincero, al final he acabado de arrozales hasta el gorro. Arrozales en bancales, arrozales en llano, arrozales recién plantados. Joder y luego la gente es racista y les dicen que tienen los ojos rasgados de comer arroz, pero si es que al final será normal, esta gente solo come arroz.
Por fin llegada a Yogyakarta. Oriol esta encantado. Dice que hasta se respira diferente, sin contaminación dice él. Es una ciudad mucho mas turística, y esta vez hemos elegido un hotel de 4 estrellas con SPA.
Hemos estados viendo unas tiendas y ya tengo pijama nuevo, un pijama Balines guapisimo, ya vereis la fotos. El Oriol, lleno de envidia, se te ha tenido que comprar otro
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