Emprendo viaje a Grecia en extrañas
circunstancias. He pasado un verano muy estresante en el terreno emocional.
Demasiadas bajadas y alguna que otra subida, a lo que se añade una crisis de
los 40, que si continua así me va continuar hasta los 41. Demasiados desengaños
diría, tanto de pareja, como de amigos, como de conocidos, como de mi mismo,
porque no decirlo. Y no quiero continuar
con esto porque a pesar de que sea marica, entiendo que no se puede abusar del
drama, porque cansa mucho.
El viaje nace de un acoplamiento bestial.
José y Juan, una pareja, amigos míos viajaban este año a Grecia. Juan había
vivido dos años en Grecia, y quería enseñar el país a José. No me lo pensé
mucho: Puedo acoplarme?, y hay estoy yo,
enganchado a un plan de pareja. A ver como sale.